
El triángulo de la comunicación política: tierra, aire y digital
En la era moderna, la comunicación política se estructura en tres ejes fundamentales: tierra, aire y digital. Este modelo, conocido como el “triángulo de la comunicación política”, permite a los estrategas diseñar campañas efectivas aprovechando distintos canales para llegar a la ciudadanía. Cada uno de estos elementos juega un papel clave en la difusión del mensaje y en la movilización del electorado.
El primer eje, “tierra“, hace referencia a la estrategia de proximidad, que implica el contacto directo con la población a través de mítines, puerta a puerta, reuniones y activismo en territorio. Este método sigue siendo esencial, ya que genera confianza y refuerza el compromiso de los votantes. Un claro ejemplo de esta estrategia fue la campaña de Andrés Manuel López Obrador en México, quien recorrió el país durante años, estableciendo un vínculo cercano con los votantes. Del mismo modo, Barack Obama en 2008 utilizó un ejército de voluntarios que tocaron millones de puertas para persuadir a los indecisos y movilizar a los simpatizantes
Por otro lado, el “aire” representa la comunicación masiva mediante medios tradicionales como la radio, la televisión y la prensa escrita. Estos canales siguen teniendo un impacto significativo, especialmente en segmentos de la población con menor acceso a internet. Un ejemplo de ellos son en las elecciones de 2019 en Argentina, el entonces presidente Mauricio Macri apostó por una fuerte presencia en spots televisivos y entrevistas en medios tradicionales para llegar a un público amplio. Asimismo, en las campañas estadounidenses, los debates televisivos han sido determinantes, como ocurrió con John F. Kennedy en 1960, cuyo carisma en pantalla le dio ventaja sobre Richard Nixon
Y por último tenemos al ámbito “digital” este ha revolucionado la comunicación política en los últimos años, las redes sociales, los videos virales, los bots y el análisis de datos han permitido una segmentación más precisa y una interacción más directa con los votantes. Plataformas como X (Twitter), Facebook e Instagram han cambiado la forma en que los políticos presentan sus mensajes y responden a la opinión pública en tiempo real. Siendo ejemplo Donald Trump en 2016 utilizó Twitter como su principal canal de comunicación, sorteando a los medios tradicionales y conectando directamente con sus seguidores.
Estos tres ejes son fundamentales para una campaña exitosa. Mientras que el “aire” amplifica el mensaje y el “tierra” lo consolida en la comunidad, el “digital” permite una comunicación más inmediata y personalizada. En un mundo hiperconectado, dominar este triángulo de la comunicación política es clave para cualquier liderazgo que busque influencia y legitimidad.